DECÁLOGO FUNDACIÓN INFINITO + 1
1.- Nuestras producciones muestran modelos atractivos de fe y amor. Huimos de los planteamientos teóricos y damos todo el protagonismo a quienes vivan hoy las enseñanzas de Jesucristo de forma práctica, experimentando así la transformación de su propia vida y la de los demás.
2.- Nuestras producciones son para todos los públicos. Sería una torpeza que las destináramos a un perfil concreto de espectadores, a un supuesto «nicho de mercado», pues las propuestas de Jesucristo son para cualquier persona, sin posible discriminación.
3.- Trabajamos al servicio del espectador individual, no de la masa. Por supuesto, aspiramos a llegar al mayor número de personas, pero trabajamos como si sólo fuera a ver cada producción una sola persona, a la que deseamos servir.
4.- Todas nuestras producciones aspiran a provocar efectos transformadores positivos entre los espectadores. No nos conformamos con entretener ni con informar. Cada producción ha de suponer una invitación amable y realista a vivir con más fe, amor y esperanza. Si eso no sucediera… tan sólo habríamos hecho ruido.
5.- Prohibido aburrir. Punto de partida obvio para contar cualquier historia. Nos encanta reírnos y hacer reír, sin renunciar a la reflexión y la profundidad. Porque en la comunicación, las formas importan tanto como el fondo.
6.- Creatividad exigente en el desarrollo de los guiones, en la calidad de las producciones y en las estrategias de distribución y promoción, buscando cauces innovadores de llegar al público. Protegemos los trabajos creativos, separándolos de las funciones de gestión o financiación.
7.- Cometamos errores, cuanto antes. Porque equivocarse es el mejor modo de aprender y mejorar. Los únicos errores que no estamos dispuestos a cometer son la pasividad, la queja o la crítica estéril de lo que hagan o dejen de hacer los demás.
8.- Buscamos los medios económicos necesarios para producir, distribuir y promocionar cada proyecto del mejor modo posible, en muchos idiomas, sin lujos que encarezcan caprichosamente los presupuestos y sin ahorros que reduzcan su calidad y sus opciones de atraer a un público exigente. Para afrontar esos costes, confiamos en la implicación generosa de personas e instituciones que quieran sumarse a esta misión con sus donaciones. También establecemos acuerdos de financiación con co-productores (personas o empresas), distribuidores, plataformas o canales de TV, y solicitamos subvenciones públicas, como cualquier productora y distribuidora cinematográfica.
9.- Renunciamos al enriquecimiento económico. Por eso, somos una Fundación. Los ingresos que se obtengan por la comercialización de nuestras películas, se dividen entre todos los agentes implicados: salas de cine, distribuidoras, tiendas… Con la parte de retorno que corresponda a la Fundación, cubrimos los gastos generales y desarrollamos nuevos proyectos, para dar continuidad a nuestros fines fundacionales.
10.- Formamos una verdadera familia, que crece por el mundo, abierta a cualquier persona, sin ningún criterio previo de selección. Nuestros rasgos de identidad son tan heterogéneos como cada persona que quiera sumarse a nosotros.
¡Todos bienvenidos! NUNCA, NADIE, SOLO.